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Ha sido sin duda la noche de los teléfonos móviles en Málaga. Un fuerte seísmo de 6,3 grados ocurrido a las 5.22 de la madrugada ha despertado a buena parte de la provincia de Málaga. Aunque en un primer momento el Instituto Geográfico Nacional señaló que la intensidad había sido de 5,6 grados, media hora después la incrementó hasta los 5,9 y posteriormente 6,3 grados en la escala Richter. A los pocos minutos, sobre las 5.35 horas, se habría producido una réplica más suave de 3,8 grados. Ademas de en Málaga, el terremoto se ha notado en otras provincias andaluzas, entre ellas Almería, Jaén, Granada y Sevilla.

La intensidad de este seísmo ha sido superior al del pasado 21 de enero, cuando fue de 4,8 grados en la escala Richter, el mayor en una década hasta ese momento en Málaga.

El epicentro se ha producido en el mar de Alborán, entre Alhucemas y Melilla, en una zona muy próxima al anterior seísmo, a 10 kilómetros de profundidad. En Melilla, donde el terremoto se ha percibido con mayor intensidad se han producido desprendimientos de cornisas y caídas de cascotes de fachadas, según informa el 112, y las clases se han suspendido hasta evaluar los daños. En Málaga, el servicio de emergencias ha recibido más de 400 llamadas relacionadas con el terremoto, unas 280 de ellas han sido realizadas desde Málaga, aunque no ha causado daños personales ni materiales, según han confirmado la Delegación del Gobierno en Andalucía y Bomberos.

Han sido numerosos los malagueños que han percibido las fuertes sacudidas, algunos incluso han salido preocupados a las terrazas.

«Tengo una mecedora en casa y no ha parado de moverse; nos hemos despertado todos y se escuchaba un ruido que no sabíamos de dónde procedía», asegura Francisco Pérez, de la zona del Parque Mediterráneo.

«En casa todos hemos saltado de la cama. Se movían las lámparas y los objetos de los muebles. Ha sido un susto tremendo. No creo que podamos volver a dormir», cuenta Rosario una vecina de la zona de Vialia que vive con su marido y dos hijos. El más pequeño se ha puesto a llorar

Agustín Gonzalez, malagueño que trabaja como profesor en un instituto de Melilla: «Nos hemos llevado un susto tremendo. Me estoy vistiendo para salir a la calle porque al parecer en la radio los Bomberos han recomendado que se salga. Otros compañeros del instituto están sin luz y han salido con sus familias a la calle».

Un vecino de Marbella comenta que lo despertó el movimiento de la cama y que rápidamente corrió al balcón para comprobar si había grietas en el edificio. «Cuando vi que no apliqué el protocolo reglamentario para estos casos y me puse a tuitear. #terremoto ya era trending topic en Málaga a las seis de la mañana».

 

Fuente: Diario Sur

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