La importancia del patrimonio arqueológico egabrense, atestiguada por la existencia en su término municipal de varias decenas de yacimientos de distintos periodos históricos, ha quedado este verano ratificada por la confirmación de que el tardoíbero del Cerro de la Merced, que inicialmente se creía era una fortificación destinada a la vigilancia, es todo un complejo monumental de carácter palaciego y aristocrático de los siglos II-I antes de Cristo.
Un enclave que a lo largo de la historia ha estado habitado con continuidad, como lo demuestran los restos de algunas industrias de la Edad del Bronce y la existencia de una atalaya árabe de vigilancia, entre otras.
El estudio de este hallazgo se encuentra en su momento inicial y seguirá deparando alguna que otra sorpresa más, dada la importancia estratégica del lugar en el que se encuentra ubicado y en el eje que conforma con el del Cerro de la Cruz de Almedinilla, sumándose así a la investigación internacional, especialmente la anglosajona, alemana y francesa, que sigue con mucha atención las novedades que en este sentido se han producido en yacimientos como el de Valencia, de época sertoriana, y el de Santo Tomé/Baecula en la Segunda Guerra Púnica.
Y es que una vez finalizada la cuarta campaña de excavación arqueológica, que se ha desarrollado bajo la dirección del arqueólogo Fernando Quesada, de la Universidad Autónoma de Madrid, a través de un convenio con el Ayuntamiento de Cabra, se espera que en unos meses se conozcan más detalles.
Será tras la confección de la memoria del trabajo y del estudio para su restauración, consolidación y puesta en valor de estos restos que inicialmente se creían pertenecían a una fortificación de vigilancia y que ahora se han confirmado como un conjunto monumental de finalidad civil.
Además, su importancia quedó reflejada recientemente por el propio Quesada en el seminario internacional El legado de Roma en Hispania , que organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) tuvo lugar en Cuenca.
Fuente: Diario Córdoba