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El hotel de la jet set marbellí ha completado su lavado de cara. El Marbella Club estrena una villa de 275 metros cuadrados y cuatro habitaciones con una tarifa chic de 1.800 euros la noche. El Cortijo pone el colofón a una renovación integral de todo el complejo que empezó tres años atrás, y que adaptará el decano alojamiento a las necesidades de los ricos más sofisticados.

«El Marbella Club personaliza el lujo andaluz con las comodidades más modernas. Esta es precisamente la filosofía que ha guiado la construcción de El Cortijo. Alojamiento que hace que los clientes se sientan como en casa, cuando ya vienen de viviendas seguramente muy grandes», dice Julián Cabanillas, director del hotel.

El Cortijo es la última aportación del diseñador Jean Pierre Martel al resort, que aloja a los más ricos y/o famosos a escasa distancia de Puerto Banús. La propiedad ofrece cocina, bar, comedor y salón, además de piscina para seis personas. El retiro está decorado en blanco y beige con creaciones de Pablo Pujol, Frank Westerman y Álvaro Latorre.

El decorador estrella de la Costa del Sol también firma la renovación de los dormitorios de las cinco villas. A 1.800 euros la noche, los santuarios disponen de cuatro habitaciones en suite con cama king size y una doble twin, dos salas de estar, wi-fi gratuito, estaciones iPod y cafeteras Nespresso por ejemplo.

Oferta imbatible

La puesta a punto del Marbella Club, del que el hotel rechaza dar el presupuesto, tiene un claro objetivo. «Desde 1954 hemos alojado a clientes que buscaban algo más de privacidad y bienestar. Ahora, añadimos el concepto de nuevas tecnologías y modernidad», abunda el directivo. A este efecto, el resort ha incorporado tratamientos wellness y prueba con éxito la singular Casa Humbertus, diseñada por el hijo del Alfonso de Hohenlohe, nieto del fundador, y experimenta con nuevos materiales.

Nobleza

Tras el lífting al que se ha sometido el hotel, «obligado cada tantos años», el Marbella Club prepara nuevas sorpresas. En primavera estrenará la lujosa Villa Añil, otra unidad alojativa para gustos refinados. También redecorará las villas de dos habitaciones y relanzará la estrella del resort, Villa del Mar, un titán de 6.200 metros cuadrados y seis dormitorios a primera línea de mar que cobija a familias reales y vips a los que la gerencia asegura discreción absoluta.

Cabe recordar que la fecunda historia del Marbella Club nace en 1954, cuando es fundada por el noble Alfonso de Hohenlohe. Medio siglo después, el resort, ahora bajo la tutela del Conde Rudi Schönburg, sigue siendo un epítome del buen gusto y el lugar para no ver ni ser visto en la ciudad de la Costa del Sol. «Nuestros clientes vienen al hotel, no a Marbella. Competimos con Saint-Tropez o el Belmond La Residencia de Mallorca. En este segmento jugamos», concluye Cabanillas.

 

Fuente: Crónica Global

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